Por hacerle la campaña a Andrés Felipe Arias durante la consulta conservadora, el Gobernador del Valle Juan Carlos Abadía fue destituido e inhabilitado para ejercer cargos públicos por 10 años por la Procuraduría. Pero Abadía no sólo se quedó sin cargo, sino que le dañó todos los cálculos políticos a su papá: Carlos Herney Abadía, después de ser condenado por el proceso 8000 construyó todo un emporio político en el cuerpo ajeno de su hijo, que hoy está en riesgo.
Si la escogencia del reemplazo se enreda y los Abadía no pueden escoger una figura de su cuerda política se les cae toda la estantería. Aunque no pudieron crear el llamado partido ADN, porque el Consejo Nacional Electoral le canceló la personería por tener en su junta varias personas condenadas por parapolítica, sí lograron elegir dos senadores y dos representantes en las listas del Partido de Integración Nacional en las pasadas elecciones. Sin embargo, si pierden el control de la Gobernación, ya no tendrán la base de la pirámide regional, recortando la gran fuente de burocracia que los hacía infalibles en las elecciones locales del 2011.
Así como iban los Abadía, se estaban consolidando como la segunda fuerza política en el Valle. En 2007 eligieron cuatro de los 21 diputados, pero con la Gobernación tenían posibilidades de triplicar su fuerza. Elegir muchos más alcaldes y hasta repetir Gobernación.
Los riesgos del emporio
Si el Gobernador apela, la decisión final de destitución saldrá después del 1 de julio, cuando la Constitución establece que ya no es posible llamar a elecciones atípicas. Esto le da chance a la familia Abadía de poner un reemplazo de su misma cuerda política, pues en estos casos las vacantes absolutas deben ser llenadas por un reemplazo escogido por el Presidente Uribe de una terna entregada por el partido o movimiento de ciudadanos que avaló la candidatura del funcionario destituido.
Esto significa que el movimiento “Por un Valle Seguro”, con el que Abadía recogió 140 mil firmas y se inscribió como candidato en agosto del 2007, sería el encargado de proponer la terna. Pero ahí empiezan los problemas. En teoría, el movimiento ya no existe.
La coalición que acompañó a Abadía y que recogió las firmas fue una alianza coyuntural entre diferentes sectores políticos del Valle, que hoy ya no existe como tal. Abadía fue elegido con el apoyo de su padre, Carlos Herney Abadía, quien como fundador del partido MPU avaló a los parapolíticos condenados Eleonora Pineda y Miguel de La Espriella en las elecciones legislativas del 2002 y también candidaturas como la de Angelino Garzón a la Gobernación en el 2003. Y Abadía Jr, también se eligió con el apoyo del hoy alcalde de Cali Jorge Iván Ospina. Pero este grupo ya rompió con esta alianza y ahora tiene un senador del Polo y algunos de sus miembros en el Partido Verde.
¿Entonces quién hace la terna? La ley establece que en el caso de estos movimientos ciudadanos que se acaban de un día para otro, existe la posibilidad de que los nombres los decidan los tres ciudadanos que deben firmar el acta de inscripción del candidato. Y qué sorpresa. En el caso de Abadía, dos de los tres ciudadanos estarían inhabilitados para ternar. (ver el acta de inscripción)
Uno, está en la cárcel por parapolítica; es el ex senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, quien es ahijado político del papa de Abadía. Aunque como no ha sido condenado, aún no ha perdido sus derechos políticos, estaría inhabilitado éticamente para escoger los posibles candidatos a la Gobernación.
Pero el siguiente caso es peor. El segundo ciudadano que firma el acta de inscripción de la candidatura de Abadía es Carlos Hernán Rodríguez, el actual Contralor del Valle. La primera pregunta es cómo Rodríguez después de ser el mayor apoyo de la candidatura de Abadía, terminó siendo elegido por la Asamblea Departamental como el control fiscal del Gobernador. ¿Ahí no hay conflicto de intereses?
Segunda pregunta,¿si Rodríguez es el actual contralor, cómo puede él dar los nombres para escoger el mismo Gobernador que él va a auditar?
Y el tercer ciudadano que inscribió a Abadía, es su primo, Luis Felipe Campo Saavedra, que aunque no tiene ninguna inhabilidad no podría ternar solo.
Así, todo parece indicar que el movimiento “Por un Valle Seguro” no podrá ternar. Entonces, el nominador será directamente el Presidente Uribe. Y será un designado del Gobierno Nacional quien gobierne el Valle durante el año y medio que queda. Algo similar pasó en el caso de Arauca, donde estuvo encargado por varios meses el Asesor de la Presidencia de la República Alejandro Arbeláez Arango.
Así como están las cosas, la mejor opción para los Abadía sería que la sentencia saliera antes del 1 de julio y hubiera llamado a elecciones. Aunque quedarían en la incertidumbre, con la burocracia de la Gobernación les quedaría más fácil elegir candidato. Pero nada es seguro ya para ellos.
Si la escogencia del reemplazo se enreda y los Abadía no pueden escoger una figura de su cuerda política se les cae toda la estantería. Aunque no pudieron crear el llamado partido ADN, porque el Consejo Nacional Electoral le canceló la personería por tener en su junta varias personas condenadas por parapolítica, sí lograron elegir dos senadores y dos representantes en las listas del Partido de Integración Nacional en las pasadas elecciones. Sin embargo, si pierden el control de la Gobernación, ya no tendrán la base de la pirámide regional, recortando la gran fuente de burocracia que los hacía infalibles en las elecciones locales del 2011.
Así como iban los Abadía, se estaban consolidando como la segunda fuerza política en el Valle. En 2007 eligieron cuatro de los 21 diputados, pero con la Gobernación tenían posibilidades de triplicar su fuerza. Elegir muchos más alcaldes y hasta repetir Gobernación.
Los riesgos del emporio
Si el Gobernador apela, la decisión final de destitución saldrá después del 1 de julio, cuando la Constitución establece que ya no es posible llamar a elecciones atípicas. Esto le da chance a la familia Abadía de poner un reemplazo de su misma cuerda política, pues en estos casos las vacantes absolutas deben ser llenadas por un reemplazo escogido por el Presidente Uribe de una terna entregada por el partido o movimiento de ciudadanos que avaló la candidatura del funcionario destituido.
Esto significa que el movimiento “Por un Valle Seguro”, con el que Abadía recogió 140 mil firmas y se inscribió como candidato en agosto del 2007, sería el encargado de proponer la terna. Pero ahí empiezan los problemas. En teoría, el movimiento ya no existe.
La coalición que acompañó a Abadía y que recogió las firmas fue una alianza coyuntural entre diferentes sectores políticos del Valle, que hoy ya no existe como tal. Abadía fue elegido con el apoyo de su padre, Carlos Herney Abadía, quien como fundador del partido MPU avaló a los parapolíticos condenados Eleonora Pineda y Miguel de La Espriella en las elecciones legislativas del 2002 y también candidaturas como la de Angelino Garzón a la Gobernación en el 2003. Y Abadía Jr, también se eligió con el apoyo del hoy alcalde de Cali Jorge Iván Ospina. Pero este grupo ya rompió con esta alianza y ahora tiene un senador del Polo y algunos de sus miembros en el Partido Verde.
¿Entonces quién hace la terna? La ley establece que en el caso de estos movimientos ciudadanos que se acaban de un día para otro, existe la posibilidad de que los nombres los decidan los tres ciudadanos que deben firmar el acta de inscripción del candidato. Y qué sorpresa. En el caso de Abadía, dos de los tres ciudadanos estarían inhabilitados para ternar. (ver el acta de inscripción)
Uno, está en la cárcel por parapolítica; es el ex senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, quien es ahijado político del papa de Abadía. Aunque como no ha sido condenado, aún no ha perdido sus derechos políticos, estaría inhabilitado éticamente para escoger los posibles candidatos a la Gobernación.
Pero el siguiente caso es peor. El segundo ciudadano que firma el acta de inscripción de la candidatura de Abadía es Carlos Hernán Rodríguez, el actual Contralor del Valle. La primera pregunta es cómo Rodríguez después de ser el mayor apoyo de la candidatura de Abadía, terminó siendo elegido por la Asamblea Departamental como el control fiscal del Gobernador. ¿Ahí no hay conflicto de intereses?
Segunda pregunta,¿si Rodríguez es el actual contralor, cómo puede él dar los nombres para escoger el mismo Gobernador que él va a auditar?
Y el tercer ciudadano que inscribió a Abadía, es su primo, Luis Felipe Campo Saavedra, que aunque no tiene ninguna inhabilidad no podría ternar solo.
Así, todo parece indicar que el movimiento “Por un Valle Seguro” no podrá ternar. Entonces, el nominador será directamente el Presidente Uribe. Y será un designado del Gobierno Nacional quien gobierne el Valle durante el año y medio que queda. Algo similar pasó en el caso de Arauca, donde estuvo encargado por varios meses el Asesor de la Presidencia de la República Alejandro Arbeláez Arango.
Así como están las cosas, la mejor opción para los Abadía sería que la sentencia saliera antes del 1 de julio y hubiera llamado a elecciones. Aunque quedarían en la incertidumbre, con la burocracia de la Gobernación les quedaría más fácil elegir candidato. Pero nada es seguro ya para ellos.
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Fuente: PORTAL LA SILLA VACIA
Por: CRISTINA VELEZ VIEIRA